Alzamiento de los centinelas: La ruina se quedó realmente a medias.

 


Esto iba a ser un análisis bastante exhaustivo sobre todo lo que ha venido rodeando al evento de La Ruina que ha tenido y está teniendo lugar en la mayoría de juegos que ahora mismo Riot Games elabora. Pero seguir paso por paso lo que se ha prometido y lo que ha sido el producto final en comparación… no he querido publicarlo. Y la razón es simplemente porque pensaba que todo el trabajo que ha habido detrás de este evento iba a marcar un precedente, tal y como prometía la premisa de ciertos aspectos. Pero hoy, tras terminar el evento de Los Centinelas de la Luz con una cinemática, mis esperanzas de calificar el paso por este evento con una nota positiva han quedado drenadas. O más bien, no quiero hacerlo.

 

Para resumir, hemos disfrutado de novedades en los juegos de League of Legends y Legends of Runeterra alrededor del evento del Rey Arruinado, teniendo nuevos personajes jugables en ambos juegos, nuevos modos de juego tanto en LoL como en su modo táctico, Teamfight Tactics y un evento principal con pase de batalla incluido: El Alzamiento de los Centinelas. Me quiero parar detenidamente en este último evento puesto que es el apartado narrativo de esta celebración lo que esperaba con ganas y me hizo jugar con frecuencia, algo que no me pasaba desde hace mucho. Y el resultado final, al menos a mi parecer… Ha sido penoso.



El Alzamiento de los Centinelas cuenta la historia de Recluta, un centinela al que interpretaremos que es reclutado por Senna y Lucian, dos miembros veteranos, en pos de luchar contra el Rey Arruinado e impedir que extienda la ruina provocada por Viego, el antiguo rey de Camador usando una niebla que trae muerte y destrucción allá por donde va. Para ello, iremos por toda la región reclutando personajes jugables del juego que se unirán a nuestra causa para detener a Viego. Al final, llegaremos a la Isla de la sombra donde con las fuerzas combinadas de todos, Viego es apresado y la ruina termina gracias también a la ayuda de un nuevo personaje introducido en el juego: Akshan. Y así termina la historia de amor más trágica de Runeterra.


Como historia está bien y mirando la base no es una mala idea. Ahora bien, ¿Cómo ha sido el evento como novela y como evento de un videojuego? En ambos aspectos, mal. Hablando primero del apartado narrativo, ha surgido el problema que es tener a varios miembros del equipo trabajando a distancia y cada uno haciendo una parte distinta que al final se ha unido con pinzas. En resumen, la historia está muy dispersa entre sí, llena de guionazos y una estructura argumental pobre. Tan pobre que durante los más de 8 capítulos seguíamos una estructura idéntica: llegábamos a un sitio, conocemos a un personaje, Viego y sus fuerzas se llevan algo que necesitaban, no lo consiguen detener y vuelven a la base con un nuevo aliado. Y da igual el escenario que fuera, el resultado ha sido siempre el mismo. Y sin contar algunos guionazos extremos en los que tendría que entrar más en el canon del juego, que es pisoteado sin remedio en orden de que la historia quede bonita y graciosa. Aclarar que no comparto una de las quejas principales: el abuso de los personajes cómicos. Pienso que estos personajes en concreto no han perdido su esencia y que, como tal, tampoco es que su actuación fuera tan grande como para fastidiar nada.



Porque al final todo se ha visto resumido en unos cuantos hechos canónicos de la saga y poco más, tales como el final de Viego o el papel de Thresh el carcelero en esta historia. Pero el evento en sí no deja de ser un intento de volver a traer el formato de novela visual que tanto gustó el año pasado pero que no funciona con una historia trágica y de aventuras de este calibre. Las respuestas que podíamos dar con Reclutar luego no servían para la historia en absoluto llegando a, en ocasiones, da igual lo que respondiésemos que iban a seguir la conversación como si nada. ¿Por qué incluir estos diálogos en primer lugar? Ya de por sí la idea de la historia estaba bien introducida en el apartado artístico y diseños exclusivos en esta historia, como los centinelas de Piltover que me han encantado. Pero en sí, no deja de ser un cebo narrativo para un gran evento dentro de videojuego.

¿Y cómo ha repercutido más allá del nivel narrativo? Regular. Ya hubo problemas con el modo de desbloquear nuevos capítulos ya que necesitabas cumplir ciertas condiciones en tus partidas que otorgaban puntos. Las primeras semanas fueron tediosas porque para conseguir el mayor número de puntos posibles necesitabas tener victorias con números muy gordos en tus estadísticas. Y no todas las partidas van a ser así. Y esto resultó que, al final, te dieran 600 puntos con cada partida jugada convirtiendo los puntos ganados por los objetivos en simples bonus que aceleraban tu progreso. Pero no deja de ser un triste reclamo para que la gente juegue más partidas si quieren ir desbloqueando la historia y los objetos que esta daban como cosméticos.




Y con los cosméticos estoy muy enfadado. Ya desde el minuto 1 no he tenido problema con que lo más destacado fueran las caras skins legendarias, el nuevo personajes y más cosméticos en sí. Lo que me ha enfadado es que hayan ido un paso más allá con la publicidad donde, es obvio que podía darse, pero hubiera estado bien que no. Y ese límite fue en la cinemática final del evento, que entra en contacto con el evento a nivel narrativo. Qué casualidad que los personajes involucrados en la cinemática que no formaran parte de la historia principal eran los que han recibido las skins más caras o la skin de prestigio, dejando de lado a todos los demás personajes. A la hora de la verdad no es nada, pero da rabia ver como las propias decisiones económicas de Riot no se respetan ni a la promesa que hacen a sí mismo a la hora de prometer, lo que dijeron en su día, el evento narrativo más importante en los años que ha estado League of Legends activo.

Adoro la narrativa creada para League of Legends, o llamado Universo. Juegos como Legends of Runeterra o las historias comisionadas publicadas en propio universo son geniales y han conseguido crear un mundo vivo del que me encanta leer. Pero a la hora de trasladar esto al escenario principal, que es un evento en el juego, se ha querido abarcar mucho más de lo que es y encima sacar beneficio de ello.

 

League of Legends: El Alzamiento de los Centinelas es uno de los peores materiales narrativos que he consumido este 2021. Y espero que si vuelven a hacer algo de este calibre, se den mejores condiciones y que, sobre todo, se trate con el mismo cariño que se han tratado a otros proyectos dentro de este universo narrativo.

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