Hades: Como recompensar gratamente por jugar una partida.

 

Se ha hablado y comentado de este juego de proporciones mitológicas a lo largo de estos meses. Hades se lleva consigo al inframundo un par de premios durante el pasado año, tales como Game Awards 2020 al mejor indie del año; también en esta categoría ganó en los Golden Joystick Awards. Podríamos decir que esta joya ha cumplido su propósito de ser uno de los juegos del momento y que ocupará un buen puesto en las bibliotecas de todos, ya sean físicas o digitales. Pero hay un aspecto que me gustaría destacar y es que en mi biblioteca particular, Hades será un juego gastado por el uso hasta que el pobre exhale su último aliento. Es lo que me impulsa a escribir esta pequeña crítica positiva a la jugabilidad de este título: a deciros que, tras 100 partidas a este roguelike, aún no me he cansado.

 

Empezando por las primeras partidas, mis comienzos con el juego no fueron los mejores: lo típico que podría esperarse. Luego conoces que puedes prepararte. Que puedes canjear mejoras por los coleccionables que vas consiguiendo a lo largo del juego. Que por cada nueva zona que exploras, tienes acceso a más de estos coleccionables aún más exclusivos. Sin hablar de las mejoras pertenecientes a la propia partida en sí como el sistema de bendiciones o la tienda del bueno de Caronte. Esto lo interpreté personalmente como un ‘’Tómate tu tiempo. Observa todo lo que el inframundo te puede ofrecer y úsalo a tu favor. No hay prisa.’’ Y no hubo prisa. No completé mi primera run hasta la partida número 32. Pensé que quizás era un número demasiado tardío comparado con otros… pero oye, ¿y lo bien que me lo pasé hasta alcanzar dicho número?

 

El juego no terminó. Existen una serie de misiones o augurios que están relacionados fuertemente con la historia principal del juego que se centran en las huídas del príncipe Zagreo hacia la superficie. Y, como al anillo al dedo dicha palabra, aquel simple objetivo desenterró otros cientos en forma de carismáticos y curiosos personajes que nos encontraríamos tanto dentro como fuera de la morada de Hades. Todo este conjunto nos da, efectivamente, más horas de juego y más partidas a completar.

 

Y durante estas más partidas a completar, también tenemos lo que nos ofrece una simple partida en sí. Son 4 grandes áreas las que tienes que atravesar, cada una con una serie de obstáculos propios de éstas. Nos movemos por un número de salas que van cambiando a cada partida. Salas repletas de enemigos. Sala con la visita de un funesto visitante. Sala que aloja la tienda del enigmático Caronte. Sala con un pequeño jefe a superar. Y, por supuesto, la sala con el jefe guardián que protege las puertas al siguiente nivel del Inframundo.

 

¿Y los botines y coleccionables que mencioné un poco más arriba? Empezando por las bendiciones, las ayudas que te otorgan algunos dioses del Olimpo, serán las que marquen en mayor medida el rumbo de tu partida. Te darán power-ups a tu arma y una serie de poderes extra que te serán muy útiles en tu subida. Y cada dios de entre los disponibles tienen una dirección única en el catálogo de bendiciones que te ofrecen. Por ejemplo, mientras que el dios de los océanos Poseidón te dará habilidades basadas en efectos de impacto con gran daño y bonificaciones en los tesoros que obtengas, la diosa de la caza Artemisa será muy útil si buscas causar daño crítico a tus enemigos. Y hablando de tesoros, puedes optar a conseguir monedas, gemas, objetos increíbles como diamantes y néctar divino… todo esto, como ya mencioné, nos abrirá acceso a muchísimo más contenido que no se acaba gracias a que no dejamos de recoger todo esto a medida que jugamos y jugamos.

 

Llevo 101 partidas jugadas con un buen puñado de victorias en mi haber. He desbloqueado gran cantidad de contenido habiendo conocido a un sinfín de personajes y haberles ayudado en el camino. He ayudado a Zagreo a hacer amistades, conocer la verdad de ciertos aspectos y hasta a mejorar la morada de su padre que bien le hacía falta. Y no he terminado, cosa que me parece estupenda.

 

Este videojuego, Hades, puede durar lo que tú quieras que dure. Desde que hayas completado los puntos más importantes de la historia hasta que te hayas cansado por morir contra cualquier héroe subidito de moral durante tu huida. Pero la razón que me ha llevado a escribir y exponer todo lo que he podido ver que te ofrece el juego es querer expresar lo maravillado que estoy con esto. No será ni el primer ni el último videojuego que haya conseguido esto. Y que es uno de los requisitos más comunes que debería tener un juego en ciertos géneros como puede ser un roguelike o, qué sé yo, hasta un juego de gestión de recursos. Pero Hades, concretamente Hades y solamente Hades, ha conseguido engancharme y querer jugar al menos una partida cada uno o dos días porque me parece increíble poder desconectar con un juego tan increíble, de unos 20-40 minutos de duración por partida aproximadamente y que cada una de estas partidas cuente, aunque sea un poquito.

 

Las aventuras fugitivas de Zagreo están disponibles para PC y Nintendo Switch a un precio razonable sujeto a rebajas. Si estás leyendo esto, no has jugado al juego y te ha llamado la atención lo que he dicho, te invito a jugarlo. Como habrás observado, he mencionado minimamente las cosas en concreto que puedes encontrar durante tu experiencia. Y podría haberlo hecho que seguro me hubiera dejado algo. Ya que la cantidad de diálogos e interacciones que te ofrece Hades es solo equiparable a la cantidad de diversión que me ha proporcionado este título y me proporcionará durante el tiempo venidero. Y créeme: poca cantidad no es.

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